¡Nos ha nacido el Redentor!
Dios ha cumplido SU PALABRA.
La hizo Carne, para que se pareciera
más a nuestra Humanidad.
Este NIÑO que hoy nace,
habrá de mostrarnos la manera
privilegio: tenerlo como EJEMPLO.
ESTE NIÑO PRECIOSO,
viene a injertarse en nuestras vidas
para adiestrarnos en la misión
de ser Mensajeros de SU PALABRA.
Por eso,
abramos nuestros corazones
a semejante predilección.
¡Con el Salvador,
se enraizan la esperanza,
la confianza, la fe!