Llevo en mis alforjas, palabras maravillosas de seres ejemplares que he leído.
Uno de mis más apreciados escritores es IGNACIO LARRAÑAGA.
En su libro SUBE CONMIGO, me enseñó a cambiar mi personalidad, pués abarca temas tan especiales, que sellan el alma con bondades y virtudes que nunca imaginé.
Por ejemplo, uno de ellos se titula LA REDENCIÓN DE LOS IMPULSOS.
"...Desde las profundidades del inconsciente, afloran a la superficie del hombre, las "energías no redimidas", hijas de la carne:
orgullo, vanidad, envidia, odio, egoísmo, resentimientos, rencor, venganza, deseo de poseer personas y cosas, arrogancia, miedo, timidez, angustia, agresividad...
Fuerzas primitivas que lanzan al hermano contra el hermano, separan, oscurecen, obstruyen y destruyen la unidad cotidiana.
Sin "las cosas de Dios", la fraternidad es una utopía. Solamente ÉL puede bajar a esas profundidades originales del hombre, para calmar las olas, controlar las energías y transformarlas en amor..."
Quise compartir con ustedes hoy, esa riqueza en su decir y pensar, porque este país que transitamos, está colmado de todas las energías no redimidas que IGNACIO LARRAÑAGA define.
Quizás leyéndolo, podamos implementar recursos para que en cada hogar reviertan procederes insólitos y convivir con la PAZ que el Señor solicita, tiernamente, para el edén que Dios ha creado: el edén de la alegría y de la calma.
¡BENDICIONES PARA TODOS!
www.facebook/eldamara.47gmail.com
viernes, 15 de mayo de 2015
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
JORGE LUIS BORGES
"...No hay un solo día que no estemos un instante en el paraíso, porque siempre hay algo o alguien, que, con su sola presencia, aliviana la pesadumbre de vivir..."
De Alfonsina...
"...Hielo y más hielo recogí en la vida.
Yo necesito un sol que me disuelva..."
Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!
Yo necesito un sol que me disuelva..."
Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!
¡Bienvenidos!
De una canción de Baglietto, que hace magistralmente junto al incomparable Lito Vitale, llamada "Y no olvides que un día, tú fuiste sol", me encantó rescatar algunos de sus versos...son maravillosos...
"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."
Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?
"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."
Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?