viernes, 25 de septiembre de 2009

¡ABRIL!



¡ABRIL!

Se abrió el telón del cielo
en radiante amanecer.
La enredadera celosa,
extendió sus brazos,
soberbia sobre el muro.
El polen de las flores
vagaba y expandía
sus fértiles virtudes.
Azahares presurosos
quisieron ganarte en la llegada.
Los niños jugaban
en las calles muy felices
porque percibían tu nacimiento.
El río vistió de azul sus aguas;
la primavera, envidiosa,
retrocedió de puntillas
y asomó su nariz
para ver cómo celebrábamos
tu bienvenida, en mil colores,

¡tu nombre fue el atavío mayor!
¡Un ángel más, pobló tu hogar!
La felicidad
brotó en las miradas
de tus hermanitos.
¡Belleza y algarabía en tus ojitos!
colmaste nuestros corazones de felicidad,
¡te quiero mucho!
Abuela Elda

¡PRISCILA!


¡PRISCILA!
Mocedad de brisas cálidas.
El verano prepara tu cuna.
Fruto de amor, ternura contenida.
Emoción desbordada en suspiro intenso
Y tu nacimiento
hace imborrable ese noviembre.
Asumiendo la presencia del nuevo ángel
que te habita por siempre.
¡Priscila...tu nombre!
Priscila, el dulce milagro que tiene
cabida entre hermanos varones.
Floreces como orquídea y poesía, tierna,
desbordante de alegría.
Contigo ¡se iluminó la vida!

¡CAMILA!


¡CAMILA!


Te anunciaste en la dichosa pausa
de un suspiro de amor.
El cielo invocó tu nombre.
La oración tuvo tu nombre.
Y en un otoño de terciopelo,
como hoja lenta que al viento cae
llegaste a endulzar los días
¡ llegaste!...
como rayo de sol fortalecido
¡para alegrarnos la vida!
CAMILA, tibio mensaje de amor...
Otra muñequita llegó a la vida
¡Bendiciones del Señor!

¡PAULITA!


PAULITA

Como las flores
que asoman en agosto
para saber
si el mundo las espera,
así llegaste
con belleza, color,
fragancia a primavera.
Invadiendo rincones,
desafiando esquemas
tu hermanito
soñaba
con su doncellita reina.
El dorado en tus cabellos
¡la belleza suprema!
Milagro del cielo,
¡bienvenida seas!

¡LUDWING VAN BEEHTOVEN!


¡Oh, Ludwig van Beethoven, tu Quinta Sinfonía.!

¡Cuatro acordes vigorosos!¡ un silencio abismal y otros cuatro acordes...! Toda la maravilla de la música me anegó de pies a cabeza, con la dulzura que pusiste en ella.
Tempestuosa, desafiante, vertiginosa, en suspiros de violines, violoncelos, contrabajos y obóes...
Radiante música con la que tu alma exorcizó el aliento divino.
Si tus oídos no escuchaban, ¿cómo la creaste, sino con tu alma en el Verbo inspirada?
Enérgica, intrépida, avasallante, en ondas centrípetas me hizo suya para inmortalizarme en el asombro.
Como grano de uva, me despojó del racimo de mi cuerpo, para gozarte en soledad interior, entregada.
Halagaste insondable sensibilidad auditiva, anestesiada: elevaste la adrenalina rebosante y colmaste de paz al corazón dormido.
Cerré los ojos para verte mejor con mi espíritu, tal como pintado por Rodin, que en su relato dijo: “...exuberante cabellera de león, ojos inteligentes de fuerte mirada, ensoñados movimientos, como si volaras entre nubes, gozando íntimamente la inspiración: esa que en l893, en un cuaderno de apuntes bosquejaste en do menor, con secuencia sobre la base del esquema de tres negras y una blanca con puntillo; y en lo alto de la página titulaste “LA QUINTA SINFONIA”...”
¡Y te vi! consubstanciado con cada nota, tal como si las tuvieras encarnadas y te costara desprenderte de ellas, con emoción.
Remolinos de infantes recuerdos atenazaron mi garganta cuando evoqué a mi abuelo, egregia imagen musical de la familia, que imprimió en nosotros, con ternura inolvidable y sonrisa en sus labios, tu desenfrenado ritmo de corceles andante y alegro; megáfono mediante, en la galería de mosaicos blancos y negros de su casona. ¡Como uva, exudé mis lágrimas! Y en el desgarrante epílogo, inmóvil y absorta, en el silencio del instante vacío, supe una vez más, que sin vos... ¡ Estoy muerta en vida!






HACERSE CARGO...

Soñado final de invierno.
En hondura nácar
el atardecer dispersa
frutales aromas de pronto estío.
La reunión verde
que presiden con altivez los álamos
dan marco propicio
a utópicos afanes peregrinos.
En atrevido sigilo cordillerano
el Creador ostenta silencios
Te recuerdo...
Y el sentimiento carga dulzura
en canastos de mimbre...
Entre luces y sombras
se ilumina el alma.
Tu acostumbrada tardanza
talla mi cruz cotidiana
y estriba el desencanto.
Puedo delinear tu abolengo
como quien esculpe en mármol
el sueño que la memoria aloja.
En la pletórica contemplación del entorno
tan fina y delicada, tan soberbia,
como genial concierto,
sólo desafina y hostiga tu letargo.
Cíclicamente incineras mi amor.
¡Basta ya!




VIDA REAL
Amplia y luminosa,
dorado respiro de paz,
la cabaña se yergue, soberbia en las aristas
de la colina.
Tinajas con flores,
hierba muy fresca y verde,
feliz receptora de juegos infantiles.
Fragancia de azahares
Endulzan la copla
Que el niño desvela .
entre arpegio de guitarra,
en elogio sutil de su remanso.
El aire hilvana soledades,
ilumina senderos y rostros
que entonan en armonía cordillerana.
Es fácil, aquí, vivir la vida.
Se respira cada rincón
como en el edén aquél...

Estas verdades desean volar
Estos versos desean
ser libres
hasta encontrarte.
Y bañar tu sed, de agua fresca.
Recordarte que
la vida misma es toda poesía
si es bien vivida.
Porque POESIA es sentir, decir,
cantar,
agradecer, liberar, liberar...
¡Ojalá halles remanso!

JORGE LUIS BORGES

"...No hay un solo día que no estemos un instante en el paraíso, porque siempre hay algo o alguien, que, con su sola presencia, aliviana la pesadumbre de vivir..."































































































































De Alfonsina...

"...Hielo y más hielo recogí en la vida.
Yo necesito un sol que me disuelva..."

Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!







¡Bienvenidos!

De una canción de Baglietto, que hace magistralmente junto al incomparable Lito Vitale, llamada "Y no olvides que un día, tú fuiste sol", me encantó rescatar algunos de sus versos...son maravillosos...

"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."

Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?