domingo, 9 de diciembre de 2012

CON SABOR A REDENCIÓN.



                                                  


Es ésta una más de las estaciones de trasbordo, en el camino procesal de la vida y del amor.
A veces, tan herida queda el alma, que ni fuerzas sobran para abordar a un próximo  viaje.
Y no se distingue, si allí termina todo o comienza lo mejor.
Por eso, a veces me gusta tomar distancia de demandas y exigencias.
Dejarme disolver en el fluir del proyecto divino y sólo eso...fluir, como vertiente que busca llegar al río.
Estoy segura del poder curativo del amor, me supero en lo que creo insuperable, porfío, sigo adelante y elijo un modo distinto de transitar los días.
Para que TRASCIENDA LO TRASCENDENTE!
Y logre sublimarme como normal "SER HUMANO", en la conexión sensible de QUIEN TODO LO PUEDE, LO SABE, LO ENALTECE.  







Espera...





En el sofá, mi espera desolada,
de soñarte mucho, aún despierta.
Soñar que veo abrir la puerta
y llegas alegre, imagen adorada.

Me encanta la vida así, callada...
como el piano en su rincón
sin tu concierto.
El teclado con pana recubierto
que espera por tus manos
ser tocado.

URGENCIA SANADORA.

                                               

   Acaricia la brisa y me deja ansiedad de mar,
  relente sabio...la vida reclama descanso

LA MESA


La mesa es el altar de la familia.
Es ese lugar donde
lo humano y lo divino 
se nutren mutuamente
en el darse.
Comunicación
de dimensión profunda y santa.
Única.
Aromas, sabores, secretos,
intuición, miradas, anécdotas y sonrisas...
Sonidos insustituibles:
los cubiertos rozan el plato, el cristal.
El crujir del pan tibio de tan fresco.
El "SHHH" de la soda O LAS BEBIDAS.
¡Y LAS VOCES!
CONJURO DE VOCES,
de todas las edades..
Confidencias y consejos...
¡LA MESA...!
tan sublime
como las uvas en cognac
que preparaba mi suegra..
¡LA MESA...
DULZURA CON SORPRESAS
EL SELLO DEL HOGAR!




















CUENTO TONTO DE UN DEPRESIVO

         

Muy solo en la vida el dolor lo acosaba
y en su generosa alma cobijo le dio.
Lo grabó su mente, lo cargó su espalda,
lo llevó a la ruina
¡y se acostumbró!
Con él almorzaba, con él se afeitaba,
y hasta algunas veces con él dialogó.
Perdió su trabajo, se fueron amigos
anestesió su pulso
y casi murió.
Hasta que un buen día recorrió su entorno,
repasó unas fotos, sonrió con  algunas
¡se reconoció!
Se vio tan distinto...
se hizo preguntas,
no había causantes
 y oyó el segundero voraz del reloj.
¡Le dio gran apuro, tomó su camisa, empuñó la pala, hizo un hondo pozo 
y allí lo enterró.
Buscó a su amada, le contó la historia
y ella muy sonriente,
feliz,  lo abrazó.
Volvieron dichosos y pronto un hijo, al hogar llegó.



Si no entierras tu pesimismo, todo muere alrededor.





Un día más

                                     

 


         Los cristales del ventanal parcializan el mundo
que transcurre por las calles.
Complace ver la vida que se mueve al ritmo de la paz.
Algunos con la tarea cumplida, volviendo a casa
otros con el desgano propio del clima tórrido
que padecemos.
Pero todo suma en delicada elocuencia
que reclama serenidad al caer la tarde.
Algunos rostros tensos, recios, casi atormentados.
Otros sosegados, ansiosos del remanso
Multiplicidad y riqueza de vidas diferentes
que, al fin, se integran con afán conciliador
en trascendente reunión familiar;
único y especial bienestar que
 transmuta obstáculos en nimiedades.
Un día más se va por el horizonte dorado
y se respira  radiante, el orden del universo,
¡PATRIMONIO DIVINO!

JORGE LUIS BORGES

"...No hay un solo día que no estemos un instante en el paraíso, porque siempre hay algo o alguien, que, con su sola presencia, aliviana la pesadumbre de vivir..."































































































































De Alfonsina...

"...Hielo y más hielo recogí en la vida.
Yo necesito un sol que me disuelva..."

Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!







¡Bienvenidos!

De una canción de Baglietto, que hace magistralmente junto al incomparable Lito Vitale, llamada "Y no olvides que un día, tú fuiste sol", me encantó rescatar algunos de sus versos...son maravillosos...

"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."

Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?