
Es ésta una más de las estaciones de trasbordo, en el camino procesal de la vida y del amor.
A veces, tan herida queda el alma, que ni fuerzas sobran para abordar a un próximo viaje.
Y no se distingue, si allí termina todo o comienza lo mejor.
Por eso, a veces me gusta tomar distancia de demandas y exigencias.
Dejarme disolver en el fluir del proyecto divino y sólo eso...fluir, como vertiente que busca llegar al río.
Estoy segura del poder curativo del amor, me supero en lo que creo insuperable, porfío, sigo adelante y elijo un modo distinto de transitar los días.
Para que TRASCIENDA LO TRASCENDENTE!
Y logre sublimarme como normal "SER HUMANO", en la conexión sensible de QUIEN TODO LO PUEDE, LO SABE, LO ENALTECE.