martes, 14 de julio de 2009

Maravilla.









Envuelta en niebla sutil



despereza la mañana



y en privilegio consciente



va asomando desde el este



el sol grandote y sonriente



y el nuevo día se hilvana.



Naturaleza asistida



por amor y en armonía



que se ofrece día a día



en colorido clamor.



Hasta el lento caracol



cumple su destino mágico;



algo lúdico su tránsito



mudo y con tanta calma,



que le enseña a nuestra alma



a paliar todo rigor.



No existe mayor honor



en el diario devenir



que saberle sonreir



a lo bello y al dolor.



Hacer de la vida un licor



dulcito o tal vez amargo,



haciéndose siempre cargo



de lo que pueda afligir.



O sabiéndonos lucir



a lo ancho y a lo largo



cuando un ridículo ánimo,



lo noble, quiera impedir.



Cada mañana es un préstamo



que el Todopoderoso ofrece;



si valorarlo sabemos



¡seguro nos enriquece!.



Si enceguecidos borramos



las luces, cuando amanece,



así lento se perece



cuando se niega el talento



que Dios, para tu alimento



supo a tu vida donar.



Si así quieres fracasar



¡sufre solo tu tormento!



ojalá sea escarmiento



de quien te mira arrobado



y él sí, se vea feliz



por lo que fue tu bocado.



Derrota

Aludía gallarda arenga
a la firmeza de su temple

y otras necedades.

Pocos lo escuchaban.

Conocían sus bajezas.

Sorprendió la llegada de ella.

Amilanó su limbo

y en el gesto laso

murió su orgullo.

Mis azucenas




Las llamo " mis azucenas"


porque son puras y bellas.


Apenas entro a mi casa


las veo, ellas me esperan.


Son esos dulces afectos


que no dejaré partir


porque siempre acompañaron


en las luchas del vivir.


La frutera de mi Madre


de lejanos años tiernos.


El cuadro que mi hijo Diego


comprara de muy pequeño,


con algunas moneditas


que ahorrara con recelo.


La TRINIDAD TALLADA


por un ebanista ¡MAESTRO!:


¡Juan Carlos, todo un talento!


que puesto de manifiesto


despierta puro misterio.


Los libros que, con ingenio,


elige siempre Fabián,


de algún autor eminente


que declama su verdad.


Un mueble que oculta todo,


lo que sobra en el hogar,


es un regalo que Ivonne


me acercó de su bazar.


El dressoir de pie dorado


regalo de mis amigas,


fue mi sueño anhelado,


es la amistad siempre viva.


La mesita y mi Olivetti


que cuido como diadema


porque de ella,


mi poema


brota como buen relente


cuando me inspira incipiente


el alma en Gracia Suprema.


Una cajita de música


con cadena y medallón


que al cumplir mis quince años


me obsequiara "mi amor".


Mi Cristo Roto que amo


con toda mi devoción:


EL siempre me da SU mano


y consuela al corazón.




Es así...


ellos siempre me esperan.


Son como bella canción.


Son puros y son fragancia


¡jamás les diré adiós!

La boda gitana

La boda gitana, la boda calé es algo original.

Coche de paseo tirado por caballos,

llevan a los novios a la fiesta en la playa.

Barcazas con gente, flores, frutas

rondan a orillas del mar.

Las mesas preparadas para el banquete

lucen mil colores.

Fuentes con sandías, melones kiwis, cítricos.

La música la interpretan flautas,

tamborcitos,

guitarras flamencas, xilofones.

Al novio no debe faltarle

el pañuelo blanco de seda.

A la novia, la virginidad pre-nupcial.

Lluvia de almendras confitadas

sobre los novios.(dicen que las almendras

son signo de fecundidad, que con sólo ponerlas

en el regazo de la mujer casada,

la hace concebir).




Bajo el almendro

ella siempre se sentaba.

y los niños jugaban

ante su vigilante mirada.

Su esbeltez se dibujaba

entre sombras y sol.

Chicas como nueces

aparecían las embarcaciones

"El" desde el horizonte grana y bronce

pensaba sólo en su ternura.

Ella, entonces trenzaba sus cabellos,

ensayaba su mejor sonrisa,

y corría mar adentro.

Lo asistía

cuando bajaba las redes

cargadas de peces.

Sobre el tablón los limpiaban

y en cómplices miradas

se invitaban al amor.

Era lo cotidiano.

eran felices.

Las almendras

rubricaban su labor.



Sólo una ola puede tanto...


Absorta en el muelle,

la ventisca despierta mi admiración.

El chubasco reitera su acoso,

hasta empapar mis ropas,

la piel bronceada, la colorida reposera...

Cada ola trae afanosa

la diversidad del encanto.

Incólume se yergue
ante la fuerza del viento,

que la somete sobre la arena.

Con bronca, hilvana un nuevo intento.

De mayor altivez.

Condensa su prodigio en caldeado vientre

y un murmullo pesado anuncia

su ferocidad despierta.

En espléndida cumbre

se dibuja erguida y nívea.

Arremete en el vacío de un instante

para sorprender a los peñascos.

Se esmera en un galope inusitado.

¡Rompe contra ellos

y se eleva

en el despliegue de mil gemas

transparentes, saltarinas!.

Vuelve a su cauce

en sedosos hilos

y desposita sobre el arenal

las opulentas medusas que,

indefectiblemente,

anuncian cambio de tiempo.


Piriápolis -Uruguay


Santuario del universo.

Escenario de mística belleza.

¡Morada de Dios mismo!.

Estallido de sensaciones.

Convocante armonía en cada ocaso.

Es un rito que se atesora celosamente.


Suspenso conciliador.

El necio se evade, el sabio medita.

Lentamente la gente

se reúne en la playa

mirando al poniente.

El horizonte devora al sol

como quien roba el más caro tesoro.

Se aloja el misterio.

El viento regresa historias

en el hilo de su voz

y danzan las gaviotas sobre las olas.

Se apaga la tarde.

Lentamente, llegan los yoguis,

posan en oración.

¡ES UN SALMO EL ATARDECER!

salmo en virtuosa pleitesía al Creador.

¡Es un instante...cesan los latidos!

brota soberano el cancino aplauso

cuando el sol pisa el firmamento.

Despedida y gratitud por una jornada más.

Bella, luminosa o no, EN PAZ.




P/D Es un verdadero rito en Piriápolis, es maravilloso, agradecer en cada ocaso,con un aplauso lento, reverente, al sol y al Creador, por un día más concedido.Visítelos, compruebe.

JORGE LUIS BORGES

"...No hay un solo día que no estemos un instante en el paraíso, porque siempre hay algo o alguien, que, con su sola presencia, aliviana la pesadumbre de vivir..."































































































































De Alfonsina...

"...Hielo y más hielo recogí en la vida.
Yo necesito un sol que me disuelva..."

Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!







¡Bienvenidos!

De una canción de Baglietto, que hace magistralmente junto al incomparable Lito Vitale, llamada "Y no olvides que un día, tú fuiste sol", me encantó rescatar algunos de sus versos...son maravillosos...

"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."

Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?