Santuario del universo.
Escenario de mística belleza.
¡Morada de Dios mismo!.
Estallido de sensaciones.
Convocante armonía en cada ocaso.
Es un rito que se atesora celosamente.
Suspenso conciliador.
El necio se evade, el sabio medita.
Lentamente la gente
se reúne en la playa
mirando al poniente.
El horizonte devora al sol
como quien roba el más caro tesoro.
Se aloja el misterio.
El viento regresa historias
en el hilo de su voz
y danzan las gaviotas sobre las olas.
Se apaga la tarde.
Lentamente, llegan los yoguis,
posan en oración.
¡ES UN SALMO EL ATARDECER!
salmo en virtuosa pleitesía al Creador.
¡Es un instante...cesan los latidos!
brota soberano el cancino aplauso
cuando el sol pisa el firmamento.
Despedida y gratitud por una jornada más.
Bella, luminosa o no, EN PAZ.
P/D Es un verdadero rito en Piriápolis, es maravilloso, agradecer en cada ocaso,con un aplauso lento, reverente, al sol y al Creador, por un día más concedido.Visítelos, compruebe.
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