martes, 14 de julio de 2009

Maravilla.









Envuelta en niebla sutil



despereza la mañana



y en privilegio consciente



va asomando desde el este



el sol grandote y sonriente



y el nuevo día se hilvana.



Naturaleza asistida



por amor y en armonía



que se ofrece día a día



en colorido clamor.



Hasta el lento caracol



cumple su destino mágico;



algo lúdico su tránsito



mudo y con tanta calma,



que le enseña a nuestra alma



a paliar todo rigor.



No existe mayor honor



en el diario devenir



que saberle sonreir



a lo bello y al dolor.



Hacer de la vida un licor



dulcito o tal vez amargo,



haciéndose siempre cargo



de lo que pueda afligir.



O sabiéndonos lucir



a lo ancho y a lo largo



cuando un ridículo ánimo,



lo noble, quiera impedir.



Cada mañana es un préstamo



que el Todopoderoso ofrece;



si valorarlo sabemos



¡seguro nos enriquece!.



Si enceguecidos borramos



las luces, cuando amanece,



así lento se perece



cuando se niega el talento



que Dios, para tu alimento



supo a tu vida donar.



Si así quieres fracasar



¡sufre solo tu tormento!



ojalá sea escarmiento



de quien te mira arrobado



y él sí, se vea feliz



por lo que fue tu bocado.



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JORGE LUIS BORGES

"...No hay un solo día que no estemos un instante en el paraíso, porque siempre hay algo o alguien, que, con su sola presencia, aliviana la pesadumbre de vivir..."































































































































De Alfonsina...

"...Hielo y más hielo recogí en la vida.
Yo necesito un sol que me disuelva..."

Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!







¡Bienvenidos!

De una canción de Baglietto, que hace magistralmente junto al incomparable Lito Vitale, llamada "Y no olvides que un día, tú fuiste sol", me encantó rescatar algunos de sus versos...son maravillosos...

"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."

Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?