Pulpa fresca la mañana de verano,
colorida, frutal, aromada...
O tenue llovizna, sin ser avisada.
Encanto que estriba
en el misterio de la respuesta.
Fortaleza que irradia la mirada,
hervor de sangre renovada.
Y el frágil corazón valiente
que acepta el reto
en regla del decoro.
¡Sabe que en la alteridad de los instantes
bulle la vida!
sólo hay que saber admirarla.
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