En un artículo de las revistas
de la Unesco leí:
"...Pedimos "Plumas de paz"
que den brisa de frescura
y alivio al corazón sufriente..."
En realidad, con el MEJOR EJEMPLO
que tenemos, de AQUÉL que se inmoló
por nosotros, cómo no colaborar con
la Paz,
¿verdad?
Dicen que en el corazón y en la mente
de los hombres, nace la guerra, pero
en el alma, ¡sólo se hospeda el deseode una vida de paz!
Aún quien odia, quien mata,
( lo conocen y afirman psiquiatras
y neurólogos), generalmente lo hace
por un ansia desmedida de paz ,
de esa paz que no conoce y tanto desea,
porque LA PAZ ES EL DENOMINADOR COMÚN
DE LA HUMANIDAD.
"...HAY QUE SENTIR HAMBRE Y FRÍO,
HAY QUE VIVIR EN LA CALLE,
SIN SABER DE LA BENDICIÓN
DE UN BAÑO RECONFORTANTE,
UNA CAMA CÓMODA...
ES DESGARRADOR...
decía la Madre Teresa.
"...primero dales de comer y de beber,
dales una cama limpia, dales un techo,
porque nadie puede razonar
en extrema urgencia de necesidades
tan humanas y fisiológicas ...su humanidad
los apremia, los supera..."
¡Padre, haz que nuestro amor al prójimo
sea un verdadero culto a TI!
Para hallar la paz, la igualdad,
para dinamizar la justicia,
sólo debemos mirar siempre
esos pies que caminan a nuestro lado,
la tristeza y el dolor ajenos;
y en ellos a Cristo. ¡Tan simple!
No hay comentarios:
Publicar un comentario