sábado, 29 de agosto de 2009

Mi sombra... ¡no sabe vivir sin alma!


Es una ventosa tarde de sábado.
en la intimidad de mi humilde señorío,
me senté a escuchar música
para serenidad del alma,
un CD de María Teresa Cibils.
Amiga santafesina
que viene haciendo camino
con tiras de humor, con dibujos
para la revista Anteojito de García Ferré,
como colaboradora de Editorial Bonum,
donde dirigió colecciones de libros
de literatura infantil y juvenil.
Tiene varios libros publicados,
ilustró también a otros autores,
puso música a varios poetas.
La empresa Papetti creó tarjetas y posters
con sus dibujos y Editorial Granica
adquirió los derechos
para publicar su obra completa,
incluídas agendas y calendarios
de su personaje "La Pupi", sorprendente.
Además de tanto hecho, se ha distinguido
en una edición discográfica
del virtuoso Conjunto Opus Cuatro
con "El milagro del bosque", tema propio.
También puso su sello de creatividad musical
a poemas de la poetisa chilena Angélica Olcese,
a quienes acompaña
muy hábilmente en guitarra
Ernesto Algranati, en el Cd titulado
"La mano que escribe",
un lujo que merecemos disfrutar.
Más, les decía que me senté
a escuchar a MaríaTeresa.
Y nació esta "intertextualidad"
que comparto con ustedes.
Lo encomillado es de ella,
lo no, es lo que me inspiró.



"Mi sombra se fue sin mí
por las huellas de los vientos
para aprender a vivir
desprendida de mi tiempo."


A ojos cerrados ví
esa sombra desprendida,
dejándose bailotear,
por el viento que denigra.
Y pensé...
¡Pobre sombra!,
coraje de des.hacerse
viendo semejante entorno,
pensando que desvanece.
Quiere aprender a vivir
desprendida de tiempo ajeno,
inspira ternura, pena,
y hasta un llanto sereno...

María Teresa la encuentra:


"Hoy la encontré en una esquina
estaba sola y temblaba,
se quedó en el mismo sitio
quería volver y dudaba."

Y pensé en una niña sola,
temerosa de la calle.
Con hambre, con sed, con miedo.
En el frío de la tarde.


"Estoy esperando el regreso
bajo un farol que se gasta,
mi sombra ya no aparece
voy a volver a buscarla."

El alma noble de madre
que María Teresa descarna,
quiere buscar a su beba
le causa pena dejarla.


"Porque la luz se confunde
al comprobar asombrada,
que no logra duplicarme
en una penumbra vana"

Cuasi una abandonada
de la madre y de su carne,
en el umbral de una puerta,
sola, solita reclama...
Clama por verse "señora"
a sabienda de sus armas,
y sólo ve media niña
¡no sabe vivir sin alma!


Este recurso literario se llama "inter. textualidad, porque introduzco un texto, dentro de otro texto ya presentado. Me encanta hacerlo, activa, amplía, se solidarizan mutuamente.
¿Les gustó?


1 comentario:

María Teresa dijo...

Querida Elda:

Realmente me alegra y sorprende que hayas descubierto en mi poema, ese otro que estaba incluído sin que yo lo supiera y que vos intuíste.

Sos muy talentosa y un ser humano generoso y sensible.

Gracias por toda tu consideración!

Un beso enorme!

María Teresa

JORGE LUIS BORGES

"...No hay un solo día que no estemos un instante en el paraíso, porque siempre hay algo o alguien, que, con su sola presencia, aliviana la pesadumbre de vivir..."































































































































De Alfonsina...

"...Hielo y más hielo recogí en la vida.
Yo necesito un sol que me disuelva..."

Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!







¡Bienvenidos!

De una canción de Baglietto, que hace magistralmente junto al incomparable Lito Vitale, llamada "Y no olvides que un día, tú fuiste sol", me encantó rescatar algunos de sus versos...son maravillosos...

"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."

Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?