De las frecuentes turbulencias
conque invade la memoria,
remonto como hipocampos y sirenas
en la tenacidad de mi FE, que no encadena.
El pasado triste se acicala
entre soleado, gris y nebuloso;
el presente fuerte y luminoso
asegura un futuro prominente.
LLevo a Dios en mi alma y en mi frente
y ¡ es de EL, mi fuerza y mi bravura!
Ni en los altos montes
ni en solaz llanura
falta SU mano que ofrece permanente
el Hermano sutil en la amargura,
el Espíritu locuaz en los silencios.
Agradezco Padre Santo tu asistencia
agradezco tu amor y bendiciones
a tu lado maravilla la existencia
y es feliz mi alma en oraciones.
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