Y se me ocurrió regalarles
la letra de esa canción tan hermosa
de Gian Franco Pagliaro.
Porque despierta tantas esperanzas,
con tanta sutileza y ternura,
en contemplación de las maravillas
de la MANO DE DIOS.
¡Disfrutémosla juntos!
Que sea la consigna a recordar
cotidianamente
en el 2010.
¡Los quiero!
Gracias por acompañarme.
"...Amor mío...
la tierra fértil no la hemos sembrado todavía.
La más verde primavera
todavía no ha llegado.
No hemos encontrado todavía
el tesoro
más grande,
ni el camino más corto.
La más hermosa canción
aún no la hemos cantado,
ni hemos comido la fruta más madura.
Ni hemos bebido el mejor de los vinos...
¡Y estoy seguro
que las palabras más dulces
no las hemos dicho todavía!
¡No te vayas entonces, amor mío!..."
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