Les traigo nuevamente, mi alma envuelta en palabras que fluyen... y las dejo... aunque no sean tan lindas como quisiera...
La vida golpea mi puerta , asiduamente, pero sé segura que DIOS ME AMA y sigo caminando este sendero que algún día traerá paz, no lo dudo.
En este peregrinar, aprendemos ...la otra es LA VIDA.
Y así empiezo:
Desde el Árbol Cristocéntrico
el fuego crepitante
purifica y es misterio.
El Espíritu en sus lenguas
establece LO CONCRETO:
¡Quemar por fuera y por dentro,
sólo eso te torna perfecto!