Crece el alma en sentimiento
cuando inquieto el pensamiento
en llanto intenta romper.
¡Es tu ausencia la agonía!
y la angustia en su hidalguía,
imposible de vencer.
Cae la tarde y en su hastío
provoca hondo un vacío
que enardece a su merced.
Recurrente, arreo nubes
que hasta el cielo rojo suben,
en lobreguez.
Mi alma goza en recordarte...
¡tan ecuánime
y distante en tu altivez!
que te huelo y te degusto
emblemático, imperante,
muy dulzoso y dominante...
¡Te pareces al jerez!
En la verde primavera
prodigioso es tu linaje...¡de temer!.
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