¡Un día me arrodillé desde mi nada
y desde entonces
Dios me puso de pie para siempre!
Es una frase de algún escritor inteligente,
no sé su nombre, la vi en un cartel y me
colmó el alma de alegría. Por lo que logró
quien la hizo y por lo que sucedió en mí
al leerla.
¡ Dios siempre se vale de mil artilugios
para llegar a nuestras almas! ¡Alabado sea!
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