¡Es tan doliente el llanto
(que hasta el sordo lo palpita)
cuando un bebé dentro de un manto
a su madre llama y grita...!
Que ni el mudo oculta y calla,
ni menos un ciego entiende,
la herida que al niño hiende
esa madre tan canalla,
que a su propia carne vende
por no verse más "encinta".
¡Es impagable sentir
la panza "pateando vida"
de un ángel que trae consigo,
trabajo, amor y comida!
Comida del cielo enviada
¡bendición a borbotones!
vidita que llega a colmar
de dicha los corazones.
¡Feliz de aquélla que sienta
crecer en su cuerpo amores!
Amores que son dolores
cuando se siente nacer
ese tan divino ser
que esperan mamá y papito
y consideran BENDITO
el regalo del Creador;
al ver que donde hay amor
debe una vida ofrecer
como premio, sin valor,
y a los padres enaltecer.
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