sábado, 7 de noviembre de 2009

¡Sé paciente...!


Y en instantes sabrás, cuándo es tiempo de despertar a otra dimensión y avanzar . Porque el Espíritu Santo se instala donde lo necesitan...
El haber llegado a buscar este encuentro, muestra tu interés por la serenidad.
Quiero acompañarte desde mi alma, con Jesús que me habita y consuela de manera asombrosa.
Entrar en sintonía con el alma significa superar la propia lucha y desesperanza. Es entender que sólo pasando por el dolor ( como Jesús mismo) logramos unirnos a los demás.
Es aceptar que el presente es el único momento que importa.
Y aprovecharlo intensamente.
No existe mejor sintonía, que la música del alma personal, en cadencia dulce y suave al compás del corazón de Cristo.
Miguel Hernández decía:


"...Una querencia tengo por tu acento.
Una apetencia por tu compañía.
Ni una dolencia de melancolía,
por la ausencia del aire de tu viento.

Paciencia, necesita mi tormento.
Urgencia de tu garza galanía.
Tu vehemencia solar, mi helado día,
tu asistencia: la herida de lo que cuenta.

¡Ay, querencia, dolencia y apetencia...
tus sustanciales besos, mi sustento!
me faltan y me muero sobre Mayo...

quiero que vengas, Flor, desde tu ausencia
a serenar la sien del pensamiento,
que desahoga en mí, su eterno rayo.

¡Bellísimo! ¿no?.- Les dejo un abrazo de esos lindos... sostenido, colmado de sentimientos, que hacen brotar una lagrimita cuando se unen las almas ¿vieron?

¡Muy feliz fin de semana, en el día que el Señor resucitó a la VIDA. Ojalá nos acontezca igual.

1 comentario:

Ana dijo...

Qué lindo...lindísimo como siempre!!!
"Quiero acompañarte desde mi alma, con Jesús que me habita y consuela de manera asombrosa."
Lo único que me queda por agregar es un gracias... GRACIAS GRANDE Y SERENO...
Ana

JORGE LUIS BORGES

"...No hay un solo día que no estemos un instante en el paraíso, porque siempre hay algo o alguien, que, con su sola presencia, aliviana la pesadumbre de vivir..."































































































































De Alfonsina...

"...Hielo y más hielo recogí en la vida.
Yo necesito un sol que me disuelva..."

Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!







¡Bienvenidos!

De una canción de Baglietto, que hace magistralmente junto al incomparable Lito Vitale, llamada "Y no olvides que un día, tú fuiste sol", me encantó rescatar algunos de sus versos...son maravillosos...

"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."

Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?