
El Papa Polaco instituyó esta Celebración, como Jesús se lo había pedido a Sor Faustina y se une a la Celebración de su beatificación y al de la celebración de San José Obrero.
¡Cuánta GLORIA Y GRACIA junta!
Invitemos a todos a compartirla, para bien de cada alma y del mundo entero.
¡Alabado seas Padre del Cielo, por tantas bendiciones que nos ofreces!