viernes, 29 de marzo de 2013

Y A NOSOTROS...¿QUIÉN NOS CORRERÁ LA PIEDRA?

                                          
 
 
 ¡OH, MADRECITA!
    TE ACOMPAÑAMOS EN TANTO DOLOR.
   ¡AYÚDANOS A LLEVAR NUESTRAS CRUCES!
 
Se preguntan las mujeres que asisten al sepulcro.
¿Quién nos correrá la piedra de la tristeza?
¿Quién nos correrá la piedra de la falta de FE
¿Quién nos correrá la piedra que impide tantas muestras de ternura?
                                                        ¿Quién nos correrá la piedra
                                              de la falta de diálogo en nuestras familias?
                                                        ¿Quién nos correrá la piedra
                                                    del apuro para dar lugar al sosiego?
                                                        ¿Quién nos correrá la piedra
                          de la injusticia que deja a tanta gente tirada al borde de la vida?
                                           ¿Quién nos correrá la piedra de la impunidad
                                    que nos hace sentir exiliados en nuestra propia tierra?
                                           ¿Quién nos correrá la piedra de la inseguridad
                          que nos lleva a vivir enfrentados y temerosos entre hermanos?

"...¡NO TEMAN. USTEDES BUSCAN A JESÚS DE NAZARET, EL CRUCIFICADO?
¡HA RESUCITADO, NO ESTÁ AQUÍ...!" MC.16,3,6-7

                                                                Ernesto Giobando SJ

La piedra sepulcral abierta es signo de VIDA FUTURA CON EL RESUCITADO. Precisamente, la primera que presenció la piedra corrida fue María Magdalena; ella, Juana y otras mujeres llegaron con las fragancias y aceites  para ungir el Cuerpo del Salvador como era estilo hacer con cada persona que fallecía; ella  y otras mujeres fueron las primeras testigos de la Resurrección.
Lo que nos hace pensar que Dios confió en las mujeres como testigos fieles, se muestra cercano a ellas y desarrolla el GRAN MILAGRO en momentos que ellas estaban allí.
Para JESÚS, la mujer tiene una misión ireemplazable en la Iglesia, misión exclusiva de ellas. Les devuelve toda su dignidad; hé aquí el punto de partida para fomentar el rol de la mujer.
Hay países que han tomado muy en serio estos roles y permiten un estado social perfecto, donde la mujer trabaja, es bien asalariada y permite que el hogar, la familia no se destruya, como pasa en los países de Sudamérica. Ese es el desgarro de la familia y de la sociedad, TODO SE VULNERA.
LO SABEMOS: MADRE HAY UNA SOLA.
Una tierra bendecida como ha sido siempre Argentina, donde hay más trigo que en todo el mundo, FALTA EL PAN. Pero... lo dijo la Madre Teresa:
"...En el mundo NO FALTA PAN, SINO HOMBRES ORGANIZADOS QUE SEPAN DISTRIBUIR EL PAN EQUITATIVAMENTE..."
Obvio que no se refiere sólo al pan, sino  al alimento toal de la vida física y espiritual. A toda nutrición equilibrada, para que los niños se desarrollen en sus  potenciales dones.
¡Oremos por Argentina, por el mundo entero!







JORGE LUIS BORGES

"...No hay un solo día que no estemos un instante en el paraíso, porque siempre hay algo o alguien, que, con su sola presencia, aliviana la pesadumbre de vivir..."































































































































De Alfonsina...

"...Hielo y más hielo recogí en la vida.
Yo necesito un sol que me disuelva..."

Pobrecita, no reconoció el fuego
del Espíritu, que la habitó siempre,
en su raciocinio, en su fortaleza,
en su ciencia...
¡QUIÉN si no ÉL!







¡Bienvenidos!

De una canción de Baglietto, que hace magistralmente junto al incomparable Lito Vitale, llamada "Y no olvides que un día, tú fuiste sol", me encantó rescatar algunos de sus versos...son maravillosos...

"No dejes de asombrarte
ante un nuevo nacimiento de tu jardín...
no escondas ni la pena ni el dolor...
no saltes en pedazos,
no entregues tu diamante,
no permitas que se pierda tu cosecha...
¡busca la raiz!
Baja hasta tus valles
que éste es tu país,
donde están tus riendas,
tu espuma, tu verdad...
...donde naufragaste, haz crecer mil rosas..."

Lindo, como consigna de una mañana, ¿verdad?