La primavera invita
y en descuidado paso llego al parque.
Rodeo al pino azul en un gran abrazo.
Apoyo mi cabeza en su tronco.
la ebullición de su savia
se transfunde en mi alma.
Tantas veces estuvimos juntos, amor,
admirando el lugar...
Yo, con loca algarabía
y tú con esa nostalgia
que siempre tenías
a corazón abierto
y jamás supe entender.
Hoy estoy sola en el parque.
Sabe Dios de tu tormento.
Pero te extraño...estoy...y tú no.
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