"Uno se despide, insensiblemente,
de pequeñas cosas;
lo mismo que un árbol,
en tiempo de otoño
muere por sus hojas...
...uno vuelve siempre a esos viejos sitios,
donde amó la vida
y entonces comprende
cómo están de ausentes
las cosas queridas...
...esas cosas simples,
que quedan doliendo
en el corazón..."
de Armando Tejada Gómez
Y ¿saben?creo que jamás
nos despedimos "insensiblemente"
de ninguna cosa.
Somos muy egocéntricos
y nos duele desprendernos de todo.
Pero sí creo que "lo mismo que un árbol
que en tiempo de otoño..."
porque ese árbol,
sigue cual caldera interior
en continua ebullición,
para explotar en flores
al recibir la primavera.
Así somos. Todo queda
sellado a fuego, dentro del alma.
y sale al aire cuando el oxígeno
de la vida, se nos niega.
Y volvemos a esos viejos sitios,claro...
Porque...
Suena a dulzuras,
a redención.
A mecernos nuevamente
en el seno materno.
A prodigarnos ternura.
Emoción profunda, sencilla, pura.
Hilo sutil
que escribe en la memoria
momentos sublimes.
Mitiga agonías.Sosiega.
¡Calma, sana, sana, sana....!
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